¿Cómo deben las iglesias tomar cuidado del coronavirus? Esa es la pregunta que las congregaciones de todo el país están lidiando desde que COVID-19 fue declarado una pandemia.
A continuación, un resumen de las mejores y más comunes prácticas que surgieron de sus comentarios, así como algunas sugerencias de varios sitios en el internet.
Limpieza y saneamiento:
Provea lugares en todo el edificio de reuniones con desinfectantes para manos.
Limpie y desinfecte las áreas de alto tráfico o áreas comunes antes y después de los servicios (incluidos, entre otros, sillas, manijas de puertas, rieles de escaleras, mostradores y ascensores).
Servicios de adoración y prácticas de la iglesia:
Revise las maneras en que se encuentran o saludan durante los servicios: ajuste o elimine la práctica de abrazarse o darse la mano durante los servicios.
Examine las prácticas de la Cena del Señor: considere usar paquetes individuales de copas y pan (disponibles en muchos lugares) o incluso posponga la Cena del Señor por un tiempo.
Limite el contacto físico de las personas al saludar: anime al saludarse unos con otros que lo hagan absteniéndose de estrechar la mano y, que, en su lugar, solo sonrían y hagan gestos de saludo con las manos. Además, los que reciben y saludan a las personas mantengan las puertas abiertas para limitar la cantidad de personas que tocan físicamente las manijas de las puertas.
Reciban las ofrendas en cajas que estén en las puertas: evite pasar el plato de ofrendas (que puede propagar gérmenes), en cambio, establezca puntos de recolección de ofrendas en las entradas y salidas del santuario.
Fomente las donaciones usando el internet: Proactivamente, facilite las donaciones por internet, especialmente si la comunidad donde está la iglesia se convierte en un punto de acceso de COVID-19 y la asistencia disminuye o si su iglesia suspende temporalmente los servicios.
Cancele todas las comidas en la iglesia: comidas en las que cada quien trae algo, o las que comparten con otros pueden conducir a la transmisión de enfermedades.
Cancele o posponga reuniones y eventos adicionales de la iglesia: sopesar los riesgos y beneficios de las reuniones no esenciales.
Ministerios de niños:
Limpie y desinfecte ampliamente las áreas de los niños cada semana y entre servicios, incluidos todos los juguetes y superficies.
Supervise el lavado de manos de todos los niños y voluntarios antes de ingresar a las áreas de los niños.
Proporcione desinfectante para manos y anime a todos, al entrar o salir de las áreas de los niños, a que los usen.
Viajes largos y viajes cortos o esporádicos:
Posponer o cancelar retiros de una sola noche.
Posponer viajes misioneros a corto plazo. Evaluar los viajes del personal (nacionales e internacionales).
Opciones para los Servicios y Ofrendas:
Filme servicios de adoración en vivo en la iglesia y distribúyalos usando el internet.
Filme y distribuya sermones grabados junto con guías de discusión para familias.
Grabar y/o proporcionar enlaces para cánticos de adoración.
Coordine reuniones de oración en línea a través de Skype, el Hangouts de Google o por Zoom.
Sobre todo, ORE:
Por protección y sanidad de individuos y familias afectadas por este virus.
Por médicos y profesionales médicos que están al frente atendiendo a quienes contraen coronavirus.
Por investigadores médicos que trabajan diligentemente para crear una vacuna.
Para que las iglesias respondan con consideración, sabiduría y amor.
Por el avance continuo del evangelio aun cuando pasamos por estos momentos de prueba.
Comunicación:
Tranquilice a su congregación: Comunique repetidamente los pasos que se están tomando y asegúreles que sus líderes están previendo por adelantado y que se comunicarán con ellos en la medida que las cosas cambien.
Inste a las personas de alto riesgo a quedarse en casa: COVID-19 no afecta a todas las personas de la misma manera. Según el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades), algunos corren un mayor riesgo de sufrir consecuencias más graves si se enferman (por ejemplo, adultos mayores y aquellos con afecciones médicas existentes, como enfermedades cardíacas, diabetes y enfermedades pulmonares).
Dirija a sus miembros a sitios de información profesional y confiable: Su gente necesita saber a quién ellos pueden confiar, esto comienza cuando usted les hace saber en quién usted confía.
Dirija a las personas a ver la información del Centro de Control y Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud. Los gobiernos locales y estatales también tienen información sobre el COVID-19 en su área.
– STEVE JONES, Presidente de la Iglesia Misionera
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